Los recientes resultados del Global Entrepreneurship Monitor (GEM) Chile 2024 no fueron muy alentadores para el ecosistema del emprendimiento nacional, ya que las cifras del informe revelaron que la intención de emprender cayó al 39?%, el nivel más bajo en una década, cifra que combinada con la alta tasa de desempleo -que llegó al?8,9?% a nivel país en el trimestre móvil mayo-julio de 2025 y al 9,9% en segmento femenino según el INE-, exige tomar medidas urgentes.
Y ante estos desalentadores dígitos en el mundo emprendedor, que en primer lugar estaría asociado al miedo al fracaso (50%), baja proactividad (33%) y falta de optimismo (48%), a pesar de que el 70% dice tener capacidades para emprender según el GEM, cabe hacerse la pregunta, ¿qué podríamos mejorar para activar el emprendimiento como motor de empleo?, considerando que el emprendimiento sigue siendo una opción de carrera valorada, donde el 71% de la población adulta en Chile considera que emprender es una opción profesional válida y sólo el 49% cree que es fácil iniciar un negocio, lo que refleja una brecha entre intención y acción.
En este sentido, lo primero es que se debe fortalecer la capacitación y reconversión laboral, escalando iniciativas como INFOCAP, que ofrece formación técnica, alfabetización digital y apoyo al emprendimiento para trabajadores y trabajadoras en contextos de vulnerabilidad. Al mismo tiempo, se debe reforzar del rol de SENCE y OMIL, garantizando programas de orientación ocupacional, cursos adaptados, apoyo psico?laboral y también, fomentar la reconversión efectiva de quienes están en desempleo prolongado.
Por otro lado, se deben potenciar las políticas activas dirigidas al autoempleo, utilizando estímulos del tipo subsidios a emprendimientos o incentivos fiscales temporales, especialmente pensando en mujeres y jóvenes; y expandir líquidos de financiamiento equity-free como los de Start?Up Chile, con foco en emprendimientos tecnológicos y de alto impacto.
Al mismo tiempo, se deben simplificar ciertos trámites y mejorar condiciones de mercado, como reducir la burocracia y los costos regulativos del emprendimiento (patentes, permisos sanitarios, tributación simplificada). Como también evaluar políticas laborales que no encarezcan excesivamente la contratación, como las negociaciones ramales rígidas o altos costos asociados a menores jornadas laborales, que según algunos expertos dificultan la generación de empleo formal.
Del mismo modo, se deben fomentar las redes de apoyo, mentorías y la asociatividad, desarrollando programas públicos o público?privados de mentoría, incubadoras y redes de emprendedores, potenciando experiencias exitosas locales, además de apoyar modelos asociativos o cooperativos como motores de formalización, especialmente inspirándose en modelos de recicladores que se formalizan mediante incentivos graduales.
Y, finalmente, segmentar y tener un enfoque territorial, ya que se debe reconocer que el desempleo afecta de manera diferenciada por región, género y grupos vulnerables, por lo que deben existir programas adaptados territorialmente, con equipos regionales de SERCOTEC, OMIL y PROEMPLEO, los que pueden mejorar el acceso y la pertinencia; y establecer diagnósticos locales para diseñar apoyos relevantes en sectores con potencial productivo (artesanías, agro, tecnología, servicios locales).
En este contexto, Comunidad Mujeres Emprendedoras (MEM) también se presenta como una gran oportunidad para las mujeres que están emprendiendo o desean hacerlo con sus negocios, ya que con nuestros programas, mentorías y asesorías no solo potenciamos el crecimiento personal y profesional de las emprendedoras, sino que también promovemos la equidad de género y el empoderamiento económico de las mujeres en Chile.
Desde 2012 en MEM trabajamos con el fin de fomentar y promover el emprendimiento femenino en Chile, apoyar a aquellas mujeres que ya son emprendedoras, a las que desean emprender y capacitarse, y revertir la idea de que el hecho de no obtener financiamiento es una piedra de tope para desarrollar, ejecutar y mantener su idea de negocio en el tiempo. A través de nuestra historia hemos capacitado a más de 4.000 mujeres de todo el país, de manera presencial y online, y otorgado una gran variedad de cursos, talleres y asesorías técnicas gratuitas en áreas de finanzas, contabilidad, jurídica, marketing digital e innovación o IA a mujeres que, por falta de financiamiento o capacitación, quieren o necesitan emprender pero no saben cómo generar un plan de trabajo ni cómo materializar sus negocios.