· Por Johanna Reyes, Directora Ejecutiva Comunidad Mujeres Emprendedoras y Directora G100.
Como bien sabemos, la resiliencia es la capacidad de los seres humanos de adaptarse y salir airosos de ciertas situaciones adversas o complicadas, y generalmente cuando una persona es resiliente, se recupera y sale adelante, siempre lo hace fortalecido o fortalecida. Al mismo tiempo, este concepto también comprende cualidades tales como saber hacer frente a la incertidumbre, adaptarse a nuevos desafíos, mantener una actitud positiva y gestionar las emociones de forma equilibrada.
En este sentido, lo más seguro es que esta no sea la primera vez que escuches hablar de resiliencia en el mundo del emprendimiento, ya que al empezar un nuevo proyecto o atravesar por momentos difíciles con tu negocio es esencial tener una actitud resiliente para enfrentarse a todos esos escenarios desfavorables y obstáculos que se presenten en tu camino. La ruta de las emprendedoras es una experiencia apasionante y, al mismo tiempo, una montaña rusa de emociones llena de retos que debes saber sortear para salir adelante.
Claramente estas habilidades pueden estar más presentes de manera innata en algunas personas que en otras, pero como todo en la vida, estas destrezas se pueden trabajar y siendo consistentes se pueden desarrollar y fortalecer con el paso del tiempo. Lo anterior es muy importante porque la resiliencia es de mucha ayuda para las emprendedoras, ya que sacar adelante una empresa o un proyecto personal conlleva además múltiples, incertidumbres y fracasos, por lo tanto, se entiende que resiliencia y emprendimiento estén profundamente interconectados.
Para hacer frente a la aventura de emprender y mejorar tu capacidad de liderazgo, es esencial cultivar una mentalidad fuerte y perseverante, donde trabajar en este sentido mejorará tu capacidad de recuperarte rápidamente de los tropiezos y seguir buscando soluciones para hacer crecer tu proyecto. Es por eso que a continuación te comparto una serie de recomendaciones para mejorar y potenciar esta habilidad con el objetivo de transformarla en una herramienta útil para tu negocio.
-Desarrolla una mentalidad positiva: una actitud positiva y optimista es esencial para ser resiliente y emprender. Considera que las situaciones difíciles pueden ser siempre una excelente oportunidad para formarse y crecer. Que cada problema nuevo esconde una oportunidad.
-Aprende de tus errores: los errores son una parte natural del proceso de aprendizaje y la verdad es que son inevitables cuando empezamos a emprender. Pero la parte buena es que siempre se puede aprender de ellos, ya que nos ofrecen información para mejorar en el futuro.
-Establece objetivos de empresa inteligentes: tener objetivos claros y realistas es fundamental para establecer una hoja de ruta en tu actividad. Ver hacia dónde vas y los progresos que has hecho, te ayudará a mantener el enfoque y a avanzar hacia tus metas.
-Busca oportunidades de aprendizaje: recuerda que nunca es tarde para formarse. Participar en cursos, talleres, conferencias, así como leer libros que te ayuden a desarrollar tus habilidades y conocimientos, te mantendrá siempre motivado en lo que haces.
-Cuida tu salud física y mental: hacer ejercicio regularmente, comer de forma saludable, dormir lo suficiente y cuidar de tu bienestar emocional son buenos hábitos que también influyen en tu capacidad de resiliencia. Y sin lugar a duda te permitirán enfrentarte al día a día de forma más sana y sostenible en el tiempo.
-Aprende a tomar decisiones con perspectiva: cuando te enfrentas a una situación difícil, es necesario evaluar las opciones y decidir de forma estratégica para conseguir transformar un reto en una oportunidad. Por ejemplo, algunas veces es mejor asumir un riesgo que no tomar ninguna decisión.
-Rodéate de personas que te inspiren: es innegable que las personas a tu alrededor pueden influir de forma relevante en tu actitud y en tu estado mental, por lo que debes buscar personas que te apoyen y que puedan ser referentes tanto a nivel personal como profesional.
-Busca apoyo y orientación: no tengas miedo de buscar la ayuda de personas que han pasado por situaciones similares a las tuyas, o de mentores en el campo del emprendimiento y del desarrollo personal. La fortaleza se aprende también a través del ejemplo y es parte de una actitud resiliente saber pedir apoyo cuando es necesario. En este punto es donde toma relevancia una comunidad como la nuestra, en la que en todo momento te sentirás acompañada por mujeres que ya vivieron los mismos procesos que tú, y donde también podrás acceder a múltiples beneficios y capacitaciones que te servirán como una guía en tu camino.