· Por Johanna Reyes, Directora G100 y Directora Ejecutiva Comunidad Mujeres Emprendedoras.
Los criterios ESG, que responden en inglés a las palabras Enviromental (ambiental), Social (social) y Governance (gobernanza), se refieren a los factores que convierten a una compañía en sostenible a través de su compromiso social, ambiental y de buen gobierno, sin nunca dejar de lado los aspectos financieros y económicos. Sus orígenes se remontan a principios de los 2000 y son la evolución de lo que se conocía como Inversión Socialmente Responsable (ISR), sin embargo, los criterios ESG van más allá y tienen un enfoque holístico de todos los procesos de una compañía, permitiendo ver el alcance del impacto que trasciende al negocio.
La responsabilidad social y la sostenibilidad constituyen un valor diferencial para las organizaciones, sobre todo dentro del mundo competitivo corporativo actual, de allí la importancia de los criterios ESG en la política interna y la cultura empresarial. Inversionistas, consumidores y talentos prefieren compañías conscientes de la importancia de los criterios ESG, ya que éstas ayudan a mejorar la reputación de la marca, tomar decisiones informadas, evaluar el desempeño y aumentar la rentabilidad.
Los criterios ESG también contribuyen a aumentar la productividad de los trabajadores, promover mayor transparencia en las operaciones, mejorar la gestión de riesgo e incursionar en nuevos mercados. En este sentido, se puede entender como factores éticos que rigen el proceder de la empresa, considerando el impacto que las decisiones comerciales tendrán tanto en el ambiente como en la sociedad, y no sólo en el área financiera. Incorporar esta estrategia a las políticas internas y la cultura empresarial supone el acceso a interesantes oportunidades, por lo que es importante saber qué son realmente los criterios ESG y cuál es su importancia para las organizaciones.
¿Importancia de los criterios ESG en las empresas?
En la actualidad, la importancia de los criterios ESG para las empresas es innegable, dado que se trata de una estrategia que permite alinear a las organizaciones con la responsabilidad social y la sostenibilidad, sin sacrificar el margen de ganancia. Por ejemplo, en cuanto a la responsabilidad con el medio ambiente, las prácticas de ahorro energético y desarrollo sostenible promueven la reducción de costos y el aprovechamiento de los recursos disponibles. Mientras que, de la misma forma, la atención a los empleados se traduce en una mayor retención del talento, así como una gestión transparente agiliza la celebración de trámites con instituciones gubernamentales.
Por otro lado, las empresas que aplican los criterios ESG están mejor posicionadas en el mercado y generan más interés entre los inversionistas, ya que se considera que sus metas y objetivos serán sostenibles a largo plazo. Desde luego, una compañía que reconoce la importancia de los criterios ESG y los adopta como parte de sus políticas internas y en la cultura empresarial, gana la aceptación de la comunidad y la fidelización de sus clientes.
Beneficios
Mayor competitividad: La optimización de los procesos y las estrategias de responsabilidad social y ambiental, fortalecen la propuesta de valor de las empresas y su posición en el mercado, diferenciándolas de la competencia.
Bienestar social y laboral: La atención a las necesidades de los trabajadores y de las comunidades aledañas, refleja mejoras significativas en la calidad de vida de los individuos y la identificación con los valores de la compañía (sentido de pertenencia).
Nuevos clientes: Las organizaciones que operan bajos los criterios ESG tienen más posibilidades de atraer nuevos clientes e inversionistas, al igual que profesionales que se rigen por valores similares.
Reducción de costos: Indudablemente, uno de los principales beneficios de adoptar los criterios ESG es la reducción de costos. Si bien procesos de automatización y dispositivos para promover la eficiencia energética requieren una inversión, los gastos disminuirán.
Productividad: Una fuerza laboral que goza de bienestar y está comprometida con los valores de una empresa guiada por criterios ESG, estará motivada por un propósito mayor y aumentará su productividad.
Transparencia: La transparencia en la administración de la empresa, aunada a la gestión inteligente de gastos, fomenta la confianza de los clientes, los inversionistas, las instituciones gubernamentales y los grupos de interés, como activistas ambientales. Las organizaciones con criterios ESG tienen la transparencia como norte de sus operaciones, evitando así la corrupción, el conflicto de intereses, el tráfico de influencias y otras prácticas deshonestas.
Rentabilidad: La rentabilidad de las compañías que siguen los criterios ESG suele aumentar debido a la captación de clientes e inversionistas y la incursión en nuevos mercados. Adicionalmente, algunos bancos e instituciones públicas otorgan condiciones especiales en trámites y procesos crediticios para estas empresas.